2009/02/02

Día Mundial de los Humedales

Aspecto estival del Embalse de Doña Rosa Montero (Belalcázar). Al fondo destaca el entramado de nidos de cigüeña blanca (Ciconia ciconia) sobre troncos muertos de eucalipto (Eucalyptus camaldulensis). ©E. Laguna, 11.08.2006

Hoy 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales, en el que se intenta concienciar a la población de la importancia de mantener este tipo de ecosistemas, tan particularmente bellos y ricos en biodiversidad. En Belalcázar y su entorno, los principales enclaves húmedos los constituyen los cauces de los ríos Zújar y Guadamatilla, cuyos niveles freáticos han descendido alarmantemente en las últimas décadas, aunque la superficie de lámina de agua se haya incrementado por el recrecimiento o la creación de nuevos embalses en sus cauces -p.ej., el de la Presa de La Colada-; dicho sea de paso, estos embalses han costado a Belalcázar, El Viso o Hinojosa varios centenares de encinas multicentenarias. Estas zonas ribereñas hospedan importantes poblaciones de especies singulares de flora y fauna (nutria, cigüeña negra e incluso flamenco rosa, como ocurre en el Embalse de Doña Rosa Montero), muchas de las cuales están estrictamente protegidas y constituyen todo un símbolo de la naturaleza ibérica, sirviendo cada vez más de reclamo ecoturístico.

Huellas de flamenco rosa o europeo (Phoenicopterus ruber) en el Embalse de Doña Rosa Montero. ©E. Laguna, 11.08.2006

Sin embargo, la mayor riqueza y singularidad botánica de los humedales belalcazareños se localiza sobre todo en las pequeñas charcas estacionales, que a lo largo de estos años han desaparecido o se han visto seriamente alteradas por la actividad ganadera -p.ej., en el caso de Las Lagunillas o la Picaraza-; algunas han llegado a desaparecer completamente por acción de la roturación y el exceso de extracciones de agua en su entorno -p.ej., la charca del Olivar de los Frailes-. El Día de los Humedales es una invitación a la reflexión sobre el daño que hemos venido produciendo a nuestro entorno -cuyo mejor termómetro son sin duda las zonas húmedas-, pero conviene que el interés por su conservación no nos dure un sólo día al año; nuestro futuro y el de las próximas generaciones depende en gran medida de intentar que esas zonas húmedas mantengan la misma riqueza biológica y calidad que tenían cuando las heredamos de nuestros antepasados.

La grulla común (Grus grus), a la que se dedicaba hace pocos días la imagen de los décimos de lotería nacional, es una de las aves que más frecuenta las charcas invernales belalcazareñas. ¡Ni que decir tiene que al 'blogger' no le tocó la lotería!.

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